Pocas palabras quedan por decir de la orquesta más famosa del mundo, aquella mundialmente conocida por dar la bienvenida al año en el concierto más significativo de nuestro calendario. No es de extrañar que su país de origen, Austria, la eligiera como el símbolo para exportarla al resto del mundo: las monedas Filarmónica de Viena comenzaron a acuñarse en 1989 y, a día de hoy, ocupa un rol central en los planes de ahorro de familias de todo el mundo.
La Münze Österreich cayó de pie en la industria de los bullion. Lo que comenzó siendo una prueba para probar el mercado acabó convertido en un éxito, hasta el punto que la ceca se vio obligada a acuñarla en diferentes tamaños y metales, algo que empujó aún más su popularidad hasta convertirla en una de las principales en la actualidad: tanto coleccionistas como inversores han visto en ella una de las mejores alternativas de inversión en metales preciosos.
Es una de las monedas europeas por antonomasia: acuñada en el centro del continente, es el reconocimiento de estabilidad y seguridad que un bullion europeo debe ofrecer. Si estás buscando ampliar tu colección o empezar una nueva desde 0 para sacarle el máximo partido a las características de los metales preciosos, ¡sigue leyendo nuestra guía!
Todo lo que necesitas saber sobre los bullion Filarmónica de Viena
Orígenes e historia
A finales de los 80, la inversión en metales preciosos no era tan popular en Europa como sí lo era en Norteamérica y Asia. Además, la forma más común de adquirirlo era a través de lingotes o en joyas, algo que cambió gracias a la irrupción de colecciones como la Krugerrand o el Soberano. Precisamente el hecho de que no hubiera una alternativa de mayor pureza que el anterior (acuñado en oro .9167) inspiró a la Münze Österreich a lanzar la suya propia… ¡y qué mejor que hacerlo sobre la orquesta más famosa de Europa y un símbolo para el país!
Para diferenciarse de las grandes de aquel momento, la ceca austríaca apostó por usar oro de 24 kilates, concretamente de pureza 0.9999, potenciando así su valor como objeto de inversión. Y no tardó en hacerse un hueco en el corazón de coleccionistas e inversores, hasta el punto de que empezaron a emitirse en otros tamaños y metales preciosos.
Diseño
Münze Österreich confió en Thomas Pesendorfer para la que fue su primera bullion, la que hoy es un emblema y que significó el éxito de la ceca. Este trabajo le significó numerosos premios y hoy en día es una de las mentes que más ha inspirado a la industria, principalmente a nivel europeo.
Siempre explicó que el motivo de elegir a la orquesta fue por la rica tradición cultural de música clásica en su país, donde la Filarmónica de Viena constituye un pilar. En la cara de la moneda se encuentra con todo lujo de detalles el Gran Órgano de la Sala Dorada del Musikverein, el emblemático salón de conciertos conocido por ser la sede del famoso Concierto de Año Nuevo. En la cruz aparecen los principales instrumentos del grupo: el violonchelo, el corno francés, el fagot, el arpa y los violines.
Por qué comprar la moneda de Viena
No hay ninguna duda al respecto: cuando uno piensa en monedas de inversión y Europa, una de las primeras en cruzarse por tu mente es la Filarmónica de Viena, que nace en el corazón del continente. Si estás buscando adquirir metales preciosos para construir un esplendoroso futuro, una de las mejores alternativas es este espectacular bullion que no deja indiferente a nadie. Su diseño, su historia y su prestigio serán ese impulso que necesitabas para tus ahorros.
Las monedas bullion tienen lo mejor de dos mundos completamente distintos: el de la inversión y el coleccionismo. La importancia de los metales preciosos para la economía familiar es cada vez mayor y estas monedas nos ofrecen una alternativa de ahorro más versátil y atractiva, dándonos la posibilidad de redecorar los rincones de nuestra casa con la magia y el simbolismo de cada nación del mundo junto al valor del oro, la plata y el resto de metales.